¿Por qué el koala nunca invitaba a su amigo canguro a cenar en su árbol? Porque cada vez que se emocionaba, ¡la comida terminaba botada por todos lados! Y claro, el koala no pensaba poner mareas de eucalipto en el menú.
¿Por qué el koala nunca invitaba a su amigo canguro a cenar en su árbol? Porque cada vez que se emocionaba, ¡la comida terminaba botada por todos lados! Y claro, el koala no pensaba poner mareas de eucalipto en el menú.