En una clase de filosofía, el profesor pregunta: «¿Cuál es la clave del sentido de la vida?» Un estudiante se levanta y dice: «¡La WiFi!» El profesor, confundido, pregunta: «¿Cómo eso responde la pregunta?» El estudiante responde: «Sin WiFi, no hay búsquedas en Google para entender las respuestas de filosofía… ¡y sin Google, no hay vida fácil!»