Un hombre entra al consultorio del médico y le dice: «Doctor, me siento como un par de cortinas.» El médico lo mira, suspira y responde: «¡Por favor, hombre, no lo dude más y córtelo de una vez!» El paciente, perplejo, pregunta: «¿Cortar las cortinas?» El doctor le aclara: «¡No, corra el telón y deje de dramatizar!»