¿Por qué al emperador romano nunca le gustaban las fiestas sorpresa? Porque cada vez que alguien gritaba «¡Los bárbaros vienen!», él pensaba que tenía que combatir… ¡y no quería arruinar su toga nueva en otra invasión inoportuna!
¿Por qué al emperador romano nunca le gustaban las fiestas sorpresa? Porque cada vez que alguien gritaba «¡Los bárbaros vienen!», él pensaba que tenía que combatir… ¡y no quería arruinar su toga nueva en otra invasión inoportuna!