¿Por qué el libro de recetas se deprimió? Porque cada vez que intentaba abrirse, alguien lo cerraba de golpe y le decía: «¡No te salgas de la página, no eres un marciano!» Decidió cambiar de estante y ahora organiza encuentros literarios con los libros de ciencia ficción, porque le gusta que hablen de platos voladores. ¡Es que el pobre solo quería elevar sus ideas culinarias!