¿Por qué los robots no pueden jugar al escondite? Porque cada vez que les toca esconderse, empiezan a emitir pitidos y luces intermitentes, y cuando intentan contar, ¡se reinician en el número tres!
¿Por qué los robots no pueden jugar al escondite? Porque cada vez que les toca esconderse, empiezan a emitir pitidos y luces intermitentes, y cuando intentan contar, ¡se reinician en el número tres!