Un libro de matemáticas se encuentra con un libro de autoayuda y le dice: «Estoy tan deprimido que perdí mi propósito». El libro de autoayuda responde: «Relájate, amigo. Solo necesitas encontrar tus propios valores… ¡absolutos y relativos!»
Un libro de matemáticas se encuentra con un libro de autoayuda y le dice: «Estoy tan deprimido que perdí mi propósito». El libro de autoayuda responde: «Relájate, amigo. Solo necesitas encontrar tus propios valores… ¡absolutos y relativos!»