Un médico cirujano, después de perder una aguja en medio de una cirugía, suelta una risa nerviosa y dice: “¡Espero que los detectores de metales en los aeropuertos no tengan buena memoria!”. El paciente, un poco asustado, le pregunta: “¿Y si me encuentro el dolor recurrente de seguir siendo un imán andante?”. El médico responde: “No te preocupes, ¡así nunca perderás tus llaves!”.