En un restaurante, un huevo revuelto le dice a un filete: «¡Mira qué pintas llevas, bien asado!». El filete, ofendido, responde: «Al menos yo no me he pasado la vida dando vueltas sin sentido en una sartén caliente».
En un restaurante, un huevo revuelto le dice a un filete: «¡Mira qué pintas llevas, bien asado!». El filete, ofendido, responde: «Al menos yo no me he pasado la vida dando vueltas sin sentido en una sartén caliente».