¿Por qué el delantero fue al psicólogo futbolístico? Porque cada vez que entraba al área se quedaba pensando demasiado… en lugar de disparar, se ponía a filosofar sobre la vida del balón, tratando de decidir si era redonda por elección o destino. Finalmente el psicólogo le dijo: ¡Deja de pensarlo tanto y empieza a patear antes de que el balón tenga una crisis existencial!