Reflejos de caracol en la cancha

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Un día, un caracol decidió jugar fútbol y quiso ser el portero. Durante el partido, un delantero lanzó un tiro espectacular y el caracol, con gran esfuerzo, intentó detenerlo. Cuando finalmente llegó a la portería, cayó exhausto y exclamó: «¿Metieron gol?». Sus compañeros le respondieron: «¡Tres!». El caracol suspiró y dijo: «Menos mal que los reflejos no eran mi fuerte».