El escondite imposible entre montañas y nubes chismosas

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¿Por qué a las montañas no les gusta jugar al escondite? Porque cada vez que cuentan hasta diez, acaban encontrando a todos por “desliza, desliza”. Y si alguien se esconde detrás de ellas, ¡se siente en las nubes de puro aburrimiento! Además, dicen que las nubes son chismosas y siempre sueltan todo el cotilleo. «Ahí está, detrás del tercer pico a la izquierda». ¡Es como jugar con una megafonía de la naturaleza!