Dos hormigas estaban charlando y una le dice a la otra: «¿Has oído sobre el nuevo restaurante que abrió en el jardín?» La otra hormiga responde: «Sí, fui ayer, pero el ambiente era tan pesado que tuve que colgar mi abrigo en una telaraña». La primera hormiga pregunta intrigada: «¿Y qué tal la comida?» La otra contesta riendo: «¡Increíble, el menú estaba lleno de sorpresas, pero cuidado con el bicho raro en el postre!»