Un día, un café se encuentra con un té y le dice: “Oye, ¿por qué siempre estás tan relajado?”. El té responde: “Pues porque tengo más infusiones de calma que una botella de agua mineral en spa”, a lo que el café exclama: “¡Vaya, entonces yo debo tener más presión que una máquina de espresso antes de las ocho de la mañana!”.