Durante el partido, el entrenador desesperado le grita al delantero: «¡Ponte en forma, que el balón no te muerde!» El delantero responde: «¡Pero el portero sí que da miedo, me lanza unas miradas asesinas cada vez que me acerco al área!»
Durante el partido, el entrenador desesperado le grita al delantero: «¡Ponte en forma, que el balón no te muerde!» El delantero responde: «¡Pero el portero sí que da miedo, me lanza unas miradas asesinas cada vez que me acerco al área!»