Un día, una cucaracha y una luciérnaga estaban conversando. La cucaracha dice: «¡Está tan oscuro aquí abajo que ni veo por dónde camino!» La luciérnaga responde: «¡No te preocupes, yo ilumino el camino!» La cucaracha suspira y dice: «¿Y cuándo prendiste la linterna?» La luciérnaga, confundida, responde: «¡Oh, pensé que solo estabas admirando la vista sin mi luz!»