Entran dos amantes del cine a una sala, y uno le dice al otro: «¿Por qué el proyector siempre está tan tranquilo mientras los personajes se pelean en pantalla?». El otro responde: «Porque siempre está echando un ojo a la película».
Entran dos amantes del cine a una sala, y uno le dice al otro: «¿Por qué el proyector siempre está tan tranquilo mientras los personajes se pelean en pantalla?». El otro responde: «Porque siempre está echando un ojo a la película».