El loro y el dóberman Jesús.

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Un ladrón entra a un colegio por la noche y escucha una voz misteriosa: «¡Yo te veo!». Asustado, enciende su linterna y se encuentra a un loro. Aliviado, pregunta: «¿Y cómo te llamas?». El loro responde: «Me llamo Claudio». El ladrón se ríe y dice: «¿Quién le pone Claudio a un loro?». Y el loro contesta: «El mismo que le puso ‘Jesús’ al dóberman detrás de ti».