Café virtual y desvelo real

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Había una vez un programador que le pidió a su computadora un café. La máquina, obediente, abrió una ventana, buscó en internet «café virtual» y le mostró imágenes de una taza humeante. El programador, suspirando, dijo: «Para esto, prefiero un bug… ¡Al menos te mantiene despierto toda la noche!»