Un médico está atendiendo a un paciente con hipocondría. El paciente pregunta preocupado: «Doctor, ¿usted cree que en mi otra vida fui hipocondríaco también?» El médico responde sonriendo: «No lo sé, pero seguro que en esta vida has sido el mejor estudiante de síntomas posibles». El paciente, más tranquilo, dice: «Ah, bueno. ¡Entonces soy el número uno de la clase, aunque sea por algo imaginario!»