Un auto eléctrico y uno a gasolina están conversando. El de gasolina dice: «¡Uf, estoy cansado, me duele el tanque!». Y el eléctrico responde: «¡Ay, no te quejes! Yo también estoy agotado, pero al menos no tengo que pasarme horas en una gasolinera viendo cómo sube el precio mientras me cargan. Sólo me basta enchufarme y listo, ¡meditación incluida!».