¿Por qué los jugadores de fútbol nunca comparten secretos entre ellos? Porque cada vez que uno intenta pasar la confidencia, el otro siempre termina interceptándola. Y si se trata de rumores, la táctica es clara: ¡contraataque rápido! Así que, si escuchas a dos futbolistas murmurando, ten por seguro que están planificando la próxima jugada… ¡o inventando el próximo chisme fuera de juego!