Un tren se encuentra con otro tren en una intersección y le pregunta: «Oye, ¿por qué siempre te veo con cara de estrés?» El otro responde: «Es que estoy bajo mucha presión… ¡mis días siempre están llenos de altibajos!» El primer tren, riendo, le contesta: «Bueno, al menos tú tienes una vida de vías rápidas. ¡Yo sigo esperando en el andén de los sueños!»