Había una vez un tren que siempre llegaba tarde, un día el jefe de estación le preguntó: «¿Por qué siempre llegas tarde?», y el tren respondió: «Es que me encanta pasar tiempo en mis propios raíles… de pensamientos!»
Había una vez un tren que siempre llegaba tarde, un día el jefe de estación le preguntó: «¿Por qué siempre llegas tarde?», y el tren respondió: «Es que me encanta pasar tiempo en mis propios raíles… de pensamientos!»