¿Por qué los libros de matemáticas nunca cuentan chistes? Porque tienen demasiados problemas. Pero, un día, uno se animó en la clase de historia a contar uno: «¿Por qué Egipto nunca reprobó un examen? Porque siempre estuvo ‘de momias'». El pizarrón se rió tanto que casi se borra solo.