Un policía detiene a un pingüino conduciendo un coche y le dice: «Oye, no puedes conducir, eres un pingüino». El pingüino responde: «¡Oh cielos! No es obvio, señor agente, estoy en una misión secreta del zoológico, pero se me ha escapado un poco de agua de mi tanque, ¿podría ofrecerme un pase para no convertir esto en una escena del cine de acción animal?» El policía, viendo la situación, les abre paso diciendo: «¡Muy bien, pero sólo porque los otros pingüinos son demasiado pequeños para alcanzar los pedales!»