¿Por qué las montañas nunca se ven tristes? Porque cada vez que una nubecita intenta empañar su día, ellas simplemente le dicen: «¡Oye, no me topo con tu actitud altibajista, yo siempre estoy en mi punto más alto!»
¿Por qué las montañas nunca se ven tristes? Porque cada vez que una nubecita intenta empañar su día, ellas simplemente le dicen: «¡Oye, no me topo con tu actitud altibajista, yo siempre estoy en mi punto más alto!»