Mi relación con mi novia es como mi Wi-Fi: a veces no lo entiendo, pero cuando funciona bien, ¡todo es genial! Aunque debo admitir que hay días en que prefiero el «modo avión» para evitar los dramas de la conexión.
Mi relación con mi novia es como mi Wi-Fi: a veces no lo entiendo, pero cuando funciona bien, ¡todo es genial! Aunque debo admitir que hay días en que prefiero el «modo avión» para evitar los dramas de la conexión.