¿Por qué los aviones nunca están deprimidos? Porque siempre están «despegados» de sus problemas. Un día, un pasajero le preguntó al piloto si alguna vez había tenido un vuelo perfecto. El piloto respondió: «Por supuesto, cada vez que nadie aplaude al aterrizar, sé que he hecho bien mi trabajo. Pero al menos me consuelo pensando que si aplauden mucho, debería intentar cobrar entradas para mi siguiente actuación en el aire!»