Un tren entra a la estación y se detiene de golpe, entonces el maquinista anuncia: «¡Pasajeros, disculpen el frenazo! Mi abuelita siempre decía que en la vida uno debe saber ‘dónde parar’. Ahora ya sé que aquí no es».
Un tren entra a la estación y se detiene de golpe, entonces el maquinista anuncia: «¡Pasajeros, disculpen el frenazo! Mi abuelita siempre decía que en la vida uno debe saber ‘dónde parar’. Ahora ya sé que aquí no es».