¿Por qué los astrónomos nunca cuentan chistes sobre estrellas fugaces? Porque es una pérdida de tiempo, ¡duran apenas un instante y ya tienes que empezar a contarlo otra vez! Además, dicen que las estrellas se ofenden si empiezas un chiste y ellas ya se han ido. Sería como contarle un cuento al viento.