¿Sabías que en la antigua Roma los gladiadores nunca se perdían un partido de fútbol? Sí, porque cuando alguien perdía una cabeza, ellos decían: «¡Es la pelota ideal!» ¡Nada de perder la cabeza ahí!
¿Sabías que en la antigua Roma los gladiadores nunca se perdían un partido de fútbol? Sí, porque cuando alguien perdía una cabeza, ellos decían: «¡Es la pelota ideal!» ¡Nada de perder la cabeza ahí!