Carrera de Ahorros y Ronquidos

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Un día, un coche eléctrico y uno de gasolina se encuentran en un semáforo. El de gasolina dice: «¡Te apuesto que llego antes al final!». El eléctrico responde: «Puede ser, pero yo llego con la billetera llena y tú con agujeros en el bolsillo». El semáforo cambia a verde y ambos arrancan. Al final, se encuentran de nuevo. El de gasolina, jadeando, dice: «¡Lo admito, me ganaste al final con tu ahorro, pero… al menos tengo ronquidos de motor!». El eléctrico sonríe y dice: «Cierto, pero mis ronquidos no me cuestan el doble en el mecánico».