Dos amigos están conversando y uno le dice al otro: «Creo que debería dejar de usar mi nueva aplicación para aprender a tocar la guitarra, ¡mi perro ha empezado a aullarme como si estuviera dando un concierto!». El otro amigo responde: «Eso no es nada, ¡el mío ya está vendiendo boletos para el próximo espectáculo!».