¿Por qué no se llevan bien las islas en una fiesta? Porque siempre hay una que se siente apartada porque está «aislada» y otra que actúa como si fuera el centro del océano, ¡y al final, tanto mar, tanto afán, nunca se entienden entre corrientes! Al final, el archipiélago acaba siendo el que promete solucionar la situación, aunque sus palabras siempre se van con la marea.