Un detective muy despistado revisa una escena del crimen y le dice a su compañero: «Creo que este fue un caso de robo, Watson». Su compañero, confundido, responde: «Pero, detective, ¡es un restaurante chino!». El detective se rasca la cabeza y dice: «¡Ah, ya veo por qué! No fue el caso, fue el menú lo que me confundió. ¡Alguien se robó mi almuerzo!»