En una operación, el cirujano pregunta al anestesista: «¿Está bien el paciente?» El anestesista, mirando al paciente roncando, responde: «Está durmiendo como un bebé». El cirujano exclama: «¡Perfecto, justo como quería cortar el pastel de bodas de mi hija anoche y lo desperté con el ruido de la alarma del horno!»