Había una vez un programador que fue a la selva y se topó con un león. Desesperado, gritó: «¡Ctrl+Z! ¡Ctrl+Z!» El león, confundido, se detuvo y dijo: «Aquí no hay deshacer, amigo, esto es la vida real, no tu editor de texto».
Había una vez un programador que fue a la selva y se topó con un león. Desesperado, gritó: «¡Ctrl+Z! ¡Ctrl+Z!» El león, confundido, se detuvo y dijo: «Aquí no hay deshacer, amigo, esto es la vida real, no tu editor de texto».