¿Por qué nunca verás a una montaña contando historias de misterio? Porque se pasan el día haciendo cumbres, no pistas. Y, claro, cada vez que intentan un final inesperado, ¡simplemente se vuelven a elevar!
¿Por qué nunca verás a una montaña contando historias de misterio? Porque se pasan el día haciendo cumbres, no pistas. Y, claro, cada vez que intentan un final inesperado, ¡simplemente se vuelven a elevar!