¿Por qué los autos no juegan a las escondidas? Porque siempre corren el riesgo de quedar atrapados en un estacionamiento. Un día un auto quiso probar suerte y se escondió, pero quedó tan bien estacionado que ahora es parte de la exhibición del museo de arte moderno. ¡Por lo visto, para los autos es más fácil entrar al arte que a una cochera!