En una clase de matemáticas, el profesor pregunta: «Si tienes cinco manzanas y te comes dos, ¿cuántas te quedan?» Un alumno responde: «Ninguna, profe». El profesor, confundido, dice: «¿Cómo que ninguna?» El alumno replica: «Es que en mi escuela los deberes siempre se acaban perdiendo en el camino».