Un hombre llega a un hotel de cinco estrellas y ve un cartel que dice: «Desayuno incluido». Al día siguiente, baja y ve al chef con cara larga. Le pregunta: «¿Por qué desanimado?». El chef responde: «Es que usted se tomó MUY en serio lo de ‘incluido’. ¡No me deja ni un panecillo para mí!».