Un día, Descartes fue a una cafetería y pidió un café. El camarero le preguntó: «¿Con azúcar?». Descartes, fiel a su método, respondió: «Pienso, luego insisto. Sin azúcar, por favor». Al irse, añadió: «Sólo quería endulzar la existencia».
Un día, Descartes fue a una cafetería y pidió un café. El camarero le preguntó: «¿Con azúcar?». Descartes, fiel a su método, respondió: «Pienso, luego insisto. Sin azúcar, por favor». Al irse, añadió: «Sólo quería endulzar la existencia».