¿Por qué el balón de baloncesto se fue al psicólogo? Porque siempre se sentía presionado, no podía manejar tanta tensión, y encima le decían que tenía que «botar» cuando solo quería ser libre y rodar por la cancha sin preocupaciones.
¿Por qué el balón de baloncesto se fue al psicólogo? Porque siempre se sentía presionado, no podía manejar tanta tensión, y encima le decían que tenía que «botar» cuando solo quería ser libre y rodar por la cancha sin preocupaciones.