¿Por qué el chef nunca invitaba a sus amigos a cenar a su casa? Porque temía que le pidieran repetir el menú… ¡y tenía miedo de que tuvieran un «déjà vu» en cada plato! No quería que sus recetas perdieran el efecto sorpresa al segundo bocado, ¡ni que sus amigos pensaran que su cocina tenía un «loop infinito»!