¿Por qué los físicos no pueden jugar al escondite? Porque cada vez que observan dónde están, cambian su posición y velocidad gracias al principio de incertidumbre de Heisenberg. ¡Así nunca terminan de contar!
¿Por qué los físicos no pueden jugar al escondite? Porque cada vez que observan dónde están, cambian su posición y velocidad gracias al principio de incertidumbre de Heisenberg. ¡Así nunca terminan de contar!