Un médico entra a la sala de espera, sonriente, y le dice a un paciente: «Tengo buenas y malas noticias. La buena es que descubrimos por qué tienes insomnio». El paciente curioso pregunta: «¿Y cuál es la mala?». El médico responde: «Que esta consulta te va a quitar el sueño cuando veas la factura».