Un gamer entra a una tienda de mascotas y ve un loro jugando a un videojuego. Asombrado, le pregunta al dueño: «¿Habla?». El dueño responde: «No, pero ojo, porque siempre pone en ‘modo difícil’ y te deja sin vidas».
Un gamer entra a una tienda de mascotas y ve un loro jugando a un videojuego. Asombrado, le pregunta al dueño: «¿Habla?». El dueño responde: «No, pero ojo, porque siempre pone en ‘modo difícil’ y te deja sin vidas».