El mago entra a una tienda de mascotas y compra un loro. Al llegar a casa, el loro empieza a gritar: «¡Soy un loro mágico, te concedo tres deseos!». El mago, emocionado, responde: «¡Deseo saber la hora!». El loro contesta: «Son las tres… ¡Te quedan dos deseos!». El mago se lo queda mirando, frustrado, y piensa: «Debí haber comprado un reloj».