Un médico llega tarde a casa y su esposa le pregunta: «¿Por qué te demoraste tanto en la clínica?» Él responde: «Perdimos a un paciente…». La esposa preocupada dice: «¡Eso es terrible!». Él aclara: «Sí, te juro que jugamos al escondite por horas antes de que me fuera».